El robo con fuerza es una acción considerada como un delito, por lo que se castiga su comisión con prisión. A continuación detallaremos en qué consiste y qué puedes hacer tras un robo con fuerza.

¿Qué es el robo con fuerza?

El nombre con el que se designa a este delito revela mucho sobre sus características. En primer lugar, la expresión robo hace referencia a apoderarse de algo que pertenece a otra persona sin su conocimiento ni consentimiento. Por este motivo, el primer elemento que debe darse en el robo con fuerza es que se haya despojado a una persona de algún bien.

Por otro lado, la segunda parte del nombre de este delito nos indica que debe usarse algún tipo de fuerza para su comisión pero, ¿sobre qué? Quizás la primera idea que nos venga a la mente es un hurto con violencia; sin embargo, se refiere a algo distinto. Básicamente el término se refiere a utilizar fuerza para violar cualquier medida de seguridad que se haya acondicionado para proteger los bienes en cuestión. Por eso, en el robo con fuerza debe darse la condición de despojo de bienes mediante el uso de fuerza para acceder o salir del inmueble.

Para entender mejor este asunto, pensemos en dos situaciones similares entre sí, pero una constituye robo con fuerza y la otra no. Primero imaginemos que una persona entra a un negocio y se lleva varias piezas en horarios de servicio, por lo que no rompe ninguna pieza para entrar o salir. En este supuesto, no se puede afirmar que se haya cometido un robo con fuerza, pues no se violó ningún artículo o componente del edificio para entrar o salir. Ahora pensemos en esta misma persona que entra a la misma tienda por la noche. Para lograrlo, rompe la cerradura y otros elementos para entrar y poder acceder a los artículos que se llevará. En este caso, sí existen elementos para afirmar que se cometió el delito de robo con fuerza, pues forzó algún elemento para poder acceder a ellos.

¿Qué hacer ante un robo con fuerza?

Una vez que se ha determinado la comisión del delito, es mejor buscar la asesoría inmediata de un abogado penal, pues cada caso es distinto. Aun así, hay algunas precauciones que es necesario considerar. En primer lugar, si es noche y al llegar a casa observas indicios de que alguien ha forzado las cerraduras, o hay vidrios rotos, es mejor que no entres inmediatamente. Probablemente aún estén los delincuentes en el interior de la vivienda. En caso afirmativo, sería sumamente peligroso pues podría, en el escenario más trágico, costarte la vida. Lo mejor en ese caso es llamar a una entidad de seguridad pública, como la policía.

Si te das cuenta del percance estando en el interior del inmueble, asegúrate de presentar una denuncia a la brevedad posible. Lo mejor es que sea inmediatamente, pues cualquier demora podría entorpecer el proceso legal. De preferencia, evita tocar cualquier cosa, pues esto hará más difícil la búsqueda de huellas dactilares para identificar a los posibles delincuentes. 

Posteriormente, en un período breve, haz un inventario de todas las pertenencias que te hayan robado. Para presentar la demanda deberás probar que en realidad tenías dichas piezas en tu propiedad, quizá a través de las facturas o tickets de compra. En el caso de las joyas, lo mejor es hacerte una foto de cada una de ellas para presentarlas en caso de ser necesario. Eso hará más fácil su identificación y posible recuperación.

Como cada caso es distinto, es mejor seguir las recomendaciones personalizadas de un abogado penal experto en el tema. Su asesoría es vital para obtener el éxito deseado.

 

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